Una historieta para el "Action Interruption" Challenge... si nadie ha escrito algo todavía...
Muchas gracias a José, que la corrigió, y a L.L.WannaBe, que me dio una idea para el título.
Espero que os guste (aunque es un poquito...
).
AnnaBtG.
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Nunca te duches el domingo por la mañana Lois entró en su apartamento, cerró la puerta y dejó su bolsa y sus llaves sobre el sofá. Era domingo y había tenido que desayunar con Dr. Klein… ¡a las siete de la mañana! <¡Qué hombre! ¡Está completamente loco! Además, ¡no tenía ni idea de la identidad secreta de Superman! Y dijo que tenía información para mí… Uff… ¡Esta mañana ha sido una perdida de tiempo!>
Por lo menos todavía eran las nueve y media y no tenía nada más que hacer. No debía ni cocinar, lo haría Lucy, como había prometido. Ella ahora no estaba aquí – desayunaba con, cómo se llama, Nick – pero regresaría pronto.
<Bueno, lo que necesito ahora es una ducha.>
Fue al cuarto de baño, se quitó su ropa y la dejó en el suelo.
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Se estaba duchando por veinte minutos, y no tenía intención de parar.
Pero, en aquel momento, el teléfono sonó.
“¡Oh, no!” dijo.
Deprisa, tomó una toalla y salió de la bañera. Sin embargo, pisó sobre su blusa. Así se resbaló y cayó en el suelo.
Intentó utilizar su brazo derecho para proteger su cabeza, pero lo único que logró era que le doliera el brazo.
“Ay, Dios mío…”
Después de muchos intentos, consiguió sostenerse sobre sus pies y andar hasta el salón. Vio el teléfono: ya no sonaba. Enfadada, lo tomó con su mano izquierda y lo tiró al suelo. Entonces, fue a su dormitorio y se vistió.
Luego, más tranquila, fue al salón y se sentó en el sofá. Sus piernas, especialmente sus rodillas, la dolían mucho, pero su brazo la mataba. Probablemente lo había roto.
Unos minutos después, llegó Lucy. Vio enseguida que su hermana no estaba bien.
“¿Qué pasó, Lois?”
“Me resbalé…” ella se quejó. “Creo que mi brazo está roto.”
“¡¿Cómo?! ¡Vamos al hospital enseguida!”
“¿Es necesario?”
“No sé… pero creo que es lo que hace alguien que rompe un hueso,” dijo Lucy, irónicamente.
“Mejorará.”
“Lois, ¿qué me estás diciendo? Ven, levántate.”
“Oye, Lucy, no quiero ir. Si quisiera, habría llamado al 911.”
“Vale, pero a mí no me importa si quieres ir o no. ¿Qué harás mañana? ¿Irás al Daily Planet con un brazo roto?”
“No estoy segura… Quizá no esté roto.”
“Lois, te estás portando como una niña.”
“¡No es necesario que vaya al hospital!” Lois gritó.
Lucy, desesperada, no dijo nada por algunos momentos, intentando a encontrar algo para convencer a su hermana que tenía que ir al hospital. Finalmente, decidió que la manera mejor era la más simple. “No importa. Te traeré al hospital, aunque no te guste la idea. Si tu brazo está bien, regresaremos aquí. Ahora, levántate, si no, te voy a arrastrar.”
Lois se dimitió. “Bueno, bueno… ¡Pero dame una mano!”
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Eran casi las siete de la tarde. Las hermanas Lane habían regresado a su casa. Lois estaba sentada en el sofá del salón, viendo la televisión, su brazo derecho escayolado. Lucy estaba en la cocina, preparando café.
En aquel momento, el timbre sonó.
Lois se acordó de las instrucciones del médico: “Evite andar durante una semana, sus rodillas están en mala condición.” <Tonterías>, comentó, y intentó a levantarse y ir a la puerta. Sin embargo, eso no era nada fácil.
“¡No lo hagas!” Lucy gritó de la cocina, sabiendo qué quería hacer su hermana. “Ya abro yo.” Dejó el cazo de café en el fregadero y fue a la puerta.
Cuando la abrió, vio a un hombre guapo, con pelo negro y ojos marrones. Parecía un poco nervioso.
“¿Puedo ayudarle?” le pregunto con cortesía.
“¿Puedo ver a Lois, por favor?”
“Claro, está allí…” dijo, dejándole entrar. “¡Lois, tienes visita!”
Lucy fue a la cocina de nuevo, y Clark dio unos pasos hacia Lois, sin acercarse mucho – podía ver que ella no estaba de buen humor.
“Lois, ¿está todo bien?” preguntó. “Te he estado llamando todo el día, pero tu teléfono no funcionaba. Creí que algo malo te había pasado… ¿Qué te pasa en el brazo?”
Ah, sí, el teléfono no funcionaba… ¿Cómo iba a funcionar, si ella misma lo había tirado en el suelo? Ni Lucy, ni ella lo volvieron a poner en su posición…
…Espera un momento…
“¿*Tú* me llamaste a las diez de la mañana?”
“Sí,” dijo él, dudosamente.
“Kent, te voy a matar.”
“¿Por qué…?”
“Vete.”
“Pero…”
“Te digo que te vayas.”
“Lois…”
“¡Vete!”
“Yo…”
“¡¡VETEEEEEEEEEE!!”
Clark no podia entender la razón de su histeria, pero decidió que obedecer era la mejor opción.
Esperando que Lois no tirara algo a su cabeza, salió del apartamento y cerró la puerta.
“¡¡IDIOTA!!” Lois le gritó, cuando el ya se había ido.
Fin